Tenemos que retroceder entre diez mil y setecientos mil años para asistir a sucesivas erupciones de volcanes, el violento fenómeno natural que dio origen a un paisaje totalmente singular y que, en la actualidad, permite disfrutar de los cuarenta conos volcánicos inactivos y de las más de veinte coladas de lava petrificada que existen en la Garrotxa.
De entre todos los volcanes destacan; el más joven de la zona volcánica de la Garrotxa, el Croscat, de cuyo lateral se extrajo greda durante veinticinco años, convirtiéndolo ahora en una especie de expositor natural que permite observar las diferentes capas y materiales que lo forman. A 3,5 km encontramos el volcán Santa Margarida, con un cráter central redondeado que alberga en su centro la ermita de origen románico de Santa Margarita. Justo en medio de la ciudad de Olot se alza el volcán Montsacopa, desde donde se disfruta de una completa panorámica de la población. Al lado del cráter se encuentra la amurallada ermita de Sant Francesc de Pàdua y las dos torres de vigilancia construidas durante la Guerra del Francés.
Tanto la naturaleza como la vida humana se fue asentando sobre estos restos volcánicos. El descenso del material volcánico fue modificando la orografía de la comarca. La vida se fue apoderando de la superficie y junto con la influencia humana, fue cambiando el aspecto de la zona hasta dejarnos el paisaje que tenemos actualmente.
Una de las áreas más concurridas es la Fageda d’en Jordà. Un bosque único por la altura que se encuentra. Gracias al clima específico de la comarca ha crecido un frondoso bosque de hayos a tan solo 600 metros del nivel del mar. Un hecho atípico, porque normalmente se encuentra en cotas más altas. Está asentada sobre la colada de lava procedente del volcán Croscat. Como nos describió el poeta Joan Maragall es un lugar verde y profundo como ninguno otro hemos encontrado en el mundo.
La vida humana se fue ubicando en estos lugares. Centros urbanos rurales se fueron construyendo sobre el material volcánico. Uno de los pueblos más especiales que nació, fue Castellfollit de la Roca. El río Fluviá y el río Toronell erosionó, cada un por su lado, la colada de lava, formando un acantilado en medio. Encima quedo un pequeño llano de menos de 1 km2 donde se empezó a construir una villa de gran belleza.
Estos son algunos de los lugares más emblemáticos. Sin embargo, se realizan actividades para conocer espacios no tan concurridos pero igual de espectaculares. Rutas en 4×4, segway, bicicleta o caminando que nos hacen descubrir rincones escondidos. Grandes profesionales que conocen el entorno y la evolución históricas, nos explican la zona volcánica de la Garrotxa de primera mano.
No solo las entidades privadas dedican esfuerzos para dar a conocer la comarca. En pocos meses en Olot se inaugurará el Espai Crater. Un moderno museo público que tiene como objetivo explicar de forma muy interactiva lo que paso hace tantos miles de años con la erupción de los volcanes y toda la evolución hasta día de hoy.
e
¡Haz la reserva del vuelo en globo aquí!
¡Haz la reserva del vuelo en globo y actividad aquí!
¡Haz la reserva a medida aquí!
Comparte