La comarca es conocida por su entorno natural. El 80% de su superficie está cubierta de bosques con vegetación muy distinta. Esta diversidad de naturaleza hace que tengamos una buena variedad de setas en la Garrotxa.

El clima de la Garrotxa se caracteriza por ser mediterráneo de montaña, influido por su situación geográfica en el noreste de Cataluña, cerca de la cordillera de los Pirineos. Esto implica que presenta algunas particularidades propias con respecto al clima mediterráneo típico de la zona costera. La más importante en lo que se refiere al crecimiento de las setas, es la de las precipitaciones.

La entrada de frentes atlánticos hace que tengamos una pluviosidad bastante alta. Aunque este año ha habido un descenso muy grande que ha dificultado el crecimiento de las setas en los bosques de la comarca.

Sin embargo, todavía hemos podido encontrar alguno. La diferencia de bosques entre vertientes norte y sur de las montañas, nos permite tener una buena variedad de setas en la Garrotxa.

Separado en las diferentes estaciones podemos encontrar, cepas, níscalos, rebozuelos, colmenillas, huevos de reyes, escarlotes, trompetas de la muerte y setas, como más apreciadas. Aparte, si vamos a buscar los mencionados y no podemos terminar de llenar la cesta, cogemos alguna otra.

Esta buena variedad hace que la gastronomía volcánica tenga muchos platos que llevan este alimento; desde un pollo con níscalos, a setas confitadas para acompañar ensaladas, hasta embutido con setas.

Así que ya sabes:

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